Cuando fuimos a Honduras, una de las actividades que más nos llamaba la atención era la de ir a las aldeas. Consistía básicamente en que íbamos dos de nosotros a alguna de las aldeas, a visitarles, conocerles, y compartir nuestra vivencia de Fe, haciendo algunas veces alguna especie de catequesis con niños o jóvenes. Y nos atraía la idea, porque era poner en práctica aquello de “Id de dos en dos predicando el Evangelio”.
Esta vez en ese aspecto no se parece nada, más que nada porque he venido sólo. Pero sí que recuerda a aquello de “en aquel sitio al que lleguéis, quedaos en su casa, y comed lo que os den”. Si de algo no me puedo quejar es de la acogida que me han dado allá donde he estado. He pasado por 6 casas de claretianos, durmiendo en 5 de ellas: Santuario, Padre Sialo (Malabo) y Luba en la isla; Padre Xifré (Bata), Niéfang y Kogo en el continente. Y siempre han hecho que me sintiera como en casa.
Esto es algo que ya había experimentado en España. No sólo por lo que veía que ocurría con los claretianos que llegaban a Logroño, sino que también a nosotros nos han acogido con los brazos abiertos por donde quiera que pasáramos. Es parte del carisma claretiano, el de acoger, especialmente, a aquellos que forman parte del “proyecto”.
En casi todas partes piensan que soy cura. Es normal, vengo con ellos. Pero cuando les digo que no lo soy, muchos se preguntan que qué relación tengo con los claretianos. Lo cierto es que uno de los motivos de que esté aquí es que mis padres decidieron vivir en la calle Padre Claret, al lado de la parroquia que ellos regentan. Y según han ido pasando los años, me he ido identificando con ese carisma que ellos practican (tengo que decir que según pasa el tiempo, el carisma marista se asemeja más al claretiano).
Cuando me presentaba aquí, lo hacía diciendo que era misionero seglar claretiano. Misionero en este caso es sólo un estado. ¿O no? Tal vez sea una manera de expresar la implicación con el proyecto, ya sea desde mi ciudad o a miles de kilómetros de ella. Lo de seglar es mi vocación, de ser cristiano en medio del mundo. Y lo de claretiano, hacía que aquí todo el mundo pusiera expresión de, digamos, admiración. Y es que aquí en Guinea, los claretianos han hecho una labor impresionante.
Cuando empezó la tarea de evangelizar Guinea, hace más de cien años, los primeros que llegaron fueron los Jesuitas. Pero todos los que llegaban, enfermaban y morían. Así que decidieron poner fin a la tarea antes de que acabara con todos ellos. Después llegaron sacerdotes diocesanos. Y todos los que llegaban, enfermaban y morían. Así que también dejaron de venir. Tras ellos llegaron los claretianos. Y todos los que llegaban, enfermaban, y morían. Así que, siguieron viniendo más. Y siguieron muriendo. Hasta que poco a poco, consiguieron estabilizarse, y ser los que pusieron las primeras piedras de la iglesia guineana. Un proceso en el que murieron o enfermaron gravemente 3000 claretianos. Todo esto hizo que recibieran el calificativo de “los suicidas de Dios”.
Hoy en día, la presencia claretiana aquí es impresionante. En un país que no escasamente llega al millón de habitantes (acaba de empezar un proceso de empadronamiento en Malabo y Bata, porque no hay cifras oficiales exactas), tienen multitud de colegios, parroquias, e incluso dos seminarios. Pero como os decía, ante todo tienen el respeto de todas las demás congregaciones, por la labor que durante todos estos años han realizado en este pequeño país.
Tiene gracia que cuando a algún español le dices que eres claretiano, muchos fruncen el ceño, no habiendo oído nunca nada de ellos. Sin embargo, aquí en Guinea, todo el mundo les conoce, y sabe cómo trabajan. Y eso que la congregación nace en España. Pero quizá sea por aquello de que su nombre completo es el de “Misioneros Claretianos”, y su presencia no queda sólo en nuestro país, sino que llega hasta una infinidad de países donde su lucha por la evangelización y el desarrollo de los pueblos más necesitados es el objetivo principal.
Así que si ya lo estaba, después de esta experiencia estoy todavía más orgulloso de ser claretiano.
No, no es un título a lo Mission: Impossible. Es que realmente se trata de una misión, algo a lo que me siento llamado. Y por misión no me refiero al trabajo que pueda hacer allí, sino llamado a compartir vida, a romper estereotipos, a conocer y a llenarme de lo que toda la gente en el mundo ofrece a cada rato. Esa es la Misión con mayúsculas. Porque por mucho que pueda parecer otra cosa, esto es una experiencia personal. Una experiencia en la que espero crecer muchísimo.
Hijo , precioso y merecido el "HOMENAJE" que dedicas a los Misioneros Claretianos, lo hacemos nuestro, pues hace ya 35 años que pertenecemos a su pequeña y también necesitada Misión de Logroño.
ResponderEliminarNo te lo vas a creer, te escribimos desde Segovia, viendo el Acueducto desde el balcón, la calle del hotel se llama....... Padre Claret 2-4. No me digas que no es providencial.
Desde el acueducto,. Besos también siempre contigo
Hola Jorge
ResponderEliminarMe ha encantado y algo tendrás tú que ver en eso de que los maristas tengas cosas en común con los claretianos. Cuenta conmigo para continuar la labor en el cole, pero bajo tu dirección, la mía ya sabes que huele ligeramente a "antigua".
Un beso muy fuerte
Eeeeiiii yo soy una de las que fruncí el ceño!!!! Que incultura la mia por dios!!! jejejeje
ResponderEliminarTe acuerdas de la cenita en vuestra casa??Yo siii, me acuerdo de la explicación del mundo claretiano y tb me acuerdo del tiramisu de naranja!!! jajajaj Que grandes descubrimientos los de aquella noche.
PEro fuera de bromas, como ya dije, gracias a ti, Eva y Ana, mi manera de ver la religion y todo ese "mundillo" me cambió y mucho!!!
Un besazo ENORMEEEEEEEE!!!
Hola Mara
ResponderEliminarNo nos conocemos pero tengo que añadir que estoy totalmente de acuerdo en lo del tiramisú de naranja.
Un beso, Jorge
Cortijo
Hola Cortijo,
ResponderEliminarSera un placer conocerte mientras nos tomamos un pedacito de tiramisú y escuchamos las aventurillas del "hombre de la barba" ;) jajajajajajjaajaj
Besinesssssssssssssss
¡Pero bueno! Cortijo y Mara,¿Pensais tomaros un tiramisú de naranja sin mí? Dice David, ya te veo haciéndolo para las tres, seguro y para el chico guapo de las barbas, Ana, Patricia y...Eso está hecho. Siguiendo con dulces, desde la ciudad de las yemas de Santa Teresa, gracias a las dos por estar siempre con mi hijo y un abrazo fuerte, y para ti, mi chico, ya sabes un besazo y siempre contigo, mejor con tiramisú.
ResponderEliminarY p ,
Ey!!! que estoy vivo, no os penséis! Es que en el continente está más difícil lo de encontrar internet que en la isla, así que de momento todavía tampoco os puedo contar gran cosa. Que mañana intentaré colgaros algo más, así que nos vemos.
ResponderEliminarBesos pa las tres maría del tiramisú. Si es que no se puede innovar ni un poquito...
Vaya rabia lo del tiramisu, yo a regimen y sin probarlo ...Si es que no colaboran en lo del regimen...Al final tendre q caer en la tentación...
ResponderEliminareeeeeeeeeeee.....pero que vida...tantos años conociendo a Jorge y todavia no he probado ese pedazo de tiramisu...QUE FUERTE!!!!
ResponderEliminarUN BESAZO ENORME.
REYES
Jajajaja lo que da de si un poquito de dulzura no??? Que buena idea lo de tomarnos tod@s un tiramisú con el niño guapo!!!
ResponderEliminarAna, en apoyo a tu esfurezo, me comeré tu trozo jajajajaj
Que conste que Juaquin Sabina quiso inovar con su tiramisú de limon, pero yo me quedo con el nuestro donde va a parar.... jajajajajajaj
Besines a la cuadrilla del tiramisú ;)