A veces hay que irse muy lejos para descubrir lo que uno tiene muy cerca. Hay una revista llamada “Mundo Negro” que editan los misioneros combonianos en España, para hacer llegar las noticias del continente africano a todo el mundo. Aquí están suscritos, y en la casa se pueden encontrar, entre otros, los últimos 8 números. Desde que llegué suelo ojearla un ratito después de comer, ya que tiene cosas muy interesantes, entre otras la sección “Gente solidaria”, donde cuenta las historias de personas decididas a hacer algo por los demás. Acabo de leer el del número de Julio-Agosto, y me ha gustado tanto que os lo dejo a continuación:
Ramón Herrero
“¿Puede haber algo más fuerte que sobrevivir a una hija de 16 años?”, lanza Ramón Herrero, el padre de Alaine, en un momento de nuestra conversación, dejándonos sin palabras. Cuesta creer que detrás de este jovial y emprendedor bilbaíno afincado en Madrid se encierre una historia vital tan dura.
Hace seis años, en enero de 2004, a su hija Alaine, cuando tenía 15 años, le detectaron un tumor en el cerebro que después de operar se le reprodujo de una manera muy agresiva. Sus padres hicieron todo lo que estaba en sus manos.
A los tres meses de su final, inmovilizada de cuello para abajo y sin poder articular palabra, unos amigos de la familia decidieron llevarle sendos pósters dedicados por los futbolistas Iker Casillas y David Beckham.
La cara de Alaine resplandeció y de nuevo brotó su inmemorable sonrisa. “Con ello aprendimos que no todo era buscar nuevos diagnósticos, nuevos tratamientos, sino que existían otros frentes adicionales que cubrir. Descubrimos así que el bienestar emocional también es importante”
El 16 de julio de 2004 Alaine les dejaba. Un año después, sus padres, Ramón Herrera y Arantza Vicente, con el apoyo también de los cuatro abuelos de Alaine, comenzaron a darle vueltas a una iniciativa: poner en marcha una Fundación que tratara de mantener vivo el espíritu y el ánimo que Alaine siempre tuvo. Generosa con su tiempo, conciliadora, amiga de todos y siempre dispuesta a echar una mano a quien lo necesitase. “Alaine no podía entender por qué había personas que tenían más oportunidades que otra, y éstas dependían del lugar en donde naciera cada pesona, también le revolvía el maltrato infantil y las injusticias con las mujeres”.
Ramón y su mujer decidieron dedicar el dinero que anualmente dedicaban a la educación y mantenimiento de su hija a la nueva Fundación .Así, pusieron en marcha el “Programa Sonrisas”, con el que quieren seguir aportando bienestar emocional a los niños – que como Alaine padecen una enfermedad grave-, multiplicando la sonrisa que su hija les dedicó al recibir las fotografías con los autógrafos. Otro de los programas que ha puesto en marcha la Fundación Alaine es “Grano de Arena”, dedicado a financiar proyectos educativos ene l norte Benín.
Lo que comenzó siendo un proyecto familiar se ha convertido en una modesta organización solidaria que cuenta ya con un centenar de socios, gracias al boca a boca, la capacidad de convocatoria, además de la simpatía e implicación personal de Ramón y Arantza. Empezaron con un festival de Navidad en el Teatro de la Casa de la Cultura de Tres Cantos 87Madrid), con lo que financiaron una primera escuela de Educación Primaria en Kalaé, en el noroeste de Benín, en donde estudian 150 niños y niñas. Después vendría la escuela de Buka y más tarde, en Wé Wé, inauguraron una tercera escuela primaria. “Vimos a los niños en clase debajo de los árboles. Nos contagiamos de su entusiasmo y recogimos la propuesta de financiación de las manos del P. Patrick Bio, un misionero diocesano encargado de la zona”, cuenta Ramón mientas nos enseña las fotos del proyecto.
También han enviado 100 ordenadores, gracias a la donación del BBVA, para equipar once aulas de informática. Más tarde construyeron un centro de educación secundaria, con laboratorio, también en Kalalé. Otra de sus obras ha sido la financiación de un internado en la zona de Kopargó, que dirigen las Hermanas de San Agustín, una congregación local beninesa. Ahora están financiando una maternidad, en la diócesis de Djougou, petición que le ha hecho el obispo, Mons. Paul Kouassivi Vieira.
Ramón Herrero tiene planeado viajar a Benín en septiembre con toda su familia, Arantza y su otro hijo, “para no guardarme para mí sólo la experiencia de ver a tantísimos niños felices y sonriendo”.
Os dejo aquí la dirección de la fundación, por si le queréis echar un ojo.
A veces una pequeña chispa, como la sonrisa de Alaine en ese momento, es capaz de desencadenar el mayor de los fuegos, que haga llegar a cualquier parte el calor humano que tanta falta hace en nuestro mundo. Con ejemplos como éste, y como muchos otros que podemos encontrar en cualquier parte del mundo, queda claro que cuando hay determinación y carisma, se puede llegar tan lejos como la propia imaginación permita soñar. Hay miles de historias como estas. Porque en este mundo hay miles de razones por las que sonreír.
No, no es un título a lo Mission: Impossible. Es que realmente se trata de una misión, algo a lo que me siento llamado. Y por misión no me refiero al trabajo que pueda hacer allí, sino llamado a compartir vida, a romper estereotipos, a conocer y a llenarme de lo que toda la gente en el mundo ofrece a cada rato. Esa es la Misión con mayúsculas. Porque por mucho que pueda parecer otra cosa, esto es una experiencia personal. Una experiencia en la que espero crecer muchísimo.
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Es importante conseguir sonrisas, y se puede llevar a cabo en cualquier parte del mundo y ante otro tipo de necesidades. Sabes que nuestros "necesitados" también tienen sus problemas y para ellos, muy importantes. Tendremos que enseñarles a afrontarlos, pero lógicamente será más fácil con esa sonrisa.
ResponderEliminarPórtate bien. Cortijo
Lo intentaré!
ResponderEliminarNo podías haber elegido mejor,la Fundación y su programa "SONRISAS", para hacernos pensar. Yo sé que las tuyas las ofreces a los "necesitados" de allí con tu presencia y a los " necesitados" de aquí, a los que se refiere Cortijo, en tu trabajo día a día. Otra vez nos toca aprender y poner en práctica. Nosotros siempre contigo. Besos
ResponderEliminarMe ha encantado el texto de hoy, además va genial con el día que he tenido hoy en el trabajo, gracias.
ResponderEliminarun beso
Hola Jorge: ya he regresado de mis vacaciones. No te creas, en Marbella también hay mucho que evangelizar...hombre, quizás algo distinto... He llegado hoy y aún no he visto tu blog en condiciones. Te prometo que lo haré y hablamos. Mucho ánimo y un fuerte abrazo mío y de Marisa.
ResponderEliminarSanti
Lo prometido es deuda: con un par me he puesto al día en un par (valga la rebunbundancia) de horas pese a los 900 kms que me he metido al cuerpo. Tengo claro que no me arrepiento de este pequeño esfuerzo. No me extraña que tu familia, Ana, tus amigos... se sientan tan orgullosos. Bueno, tampoco me pilla de sorpresa. Yo también lo estoy (lo estaba ya hace mucho tiempo). Se me ocurren muchas cosas que decirte, pero ahora no me salen las palabras con fluidez. Te aseguro que, a partir de ahora, te haré un marcaje de los que hacía Camacho en sus buenos tiempos.
ResponderEliminarMe hace gracia leer a viejos conocidos: Cortijo, Charo, Mario, Adolfo, la Somalo, Tatiana...
Sigue firme.
Santi
La verdad es que hay veces que no tiene sentido pensar nuevas palabras, cuando se pueden citar aquellas que llevan un mensaje tan bonito como este. Ya me he decidido a suscribirme a esta revista cuando llegue a España, porque es una de las pocas formas que hay de enterarse de lo que ocurre en este continente. Así que cada vez que vea algo que merezca la pena, os lo haré llegar.
ResponderEliminarHombre Santi, veo que los peces gordos de la educación os codeáis en Marbella con los peces gordos del petróleo! Me alegra muchísimo saber de tí, de verdad, y de que te hayas pegado la panzada de ponerte al día del tirón, jeje. Un abrazo fuerte!